miércoles, 20 de octubre de 2010

Una entrada muy especial....


Cumplo cien entradas, cien momentos maravillosos… que he compartido con vosotras, pero por desgracia no la puedo compartir con la persona más maravillosa que he conocido, una persona que me ha enseñado mucho y  que me ha llenado de recuerdos la vida.
Esa persona es mi abuela María José, Josefina.. .para mí ¡¡¡
He pasado mucho tiempo con ella, en una gran casa con un olor especial que hacía que en el momento de abrir las puertas de su casa, oliera a galletas de artiach y revoltosa de naranja.
Siempre con su pequeña tekel al lado y su radio de fondo…  mi abuela me enseño a coser, a bordar en un pequeño bastidor, a usar un dedal e incluso a coser los tomates de los calcetines con un huevo de madera, me enseño el ruido enternecedor de una máquina de coser o como un simple pespunte puede hacer de un trapo algo especial ¡¡¡
Me enseño que siempre que haya que mirar al cielo, tengo que tener presente a la Virgen de Covadonga, por eso mi princesita se llama así, aunque ahora cuando pido al cielo le pido a ella. Me entristece que mi abuela no haya conocido a mi princesa porque hubiera disfrutado mucho con ella y de ella… ¡¡
Estas palabras son porque echo de menos, el dulce sonido de su voz, mientras me cantaba “Mi abuelito tenía un reloj de pared” , porque echo de menos ir con ella a misa los domingos, porque echo de menos ir a comprar con ella, o simplemente pasar por su casa y poder tomarme un café, porque echo de menos el jugar a los peluqueros con su cabeza, o simplemente dar un paseo.
Cuando llegaba el verano,  vivíamos con ella en una casa en el campo siempre hacia galletas de nata, preparaba churros por la mañana… o simplemente tostadas de mantequilla,  solo con levantarte podías  disfrutar de ella a la hora del desayuno, con lo cual era maravilloso, poder levantarte y estar con ella… ¡¡¡
No recuerdo ni una voz más alta que otra de mi abuela, ni una palabra mal sonante y mira que le hemos hecho perrerías todos los nietos, siempre pausada y calmada nos atendía con cariño y mucho amor ¡¡
Estos días me he traído a casa su máquina de coser, no sabéis el vuelco que me dio el corazón cuando abrí el mueble después de tanto tiempo, por un momento me vi sentada en sus piernas a la luz de una lámpara con mis pequeñas manos sobre las suyas, cosiendo como hacía años. Después de sentir todo esto, descubrí para mí un tesoro, una cajita de metal pero que para mí es lo suficientemente grande para guardar mis cosas y así todos, todos los días tenerla un poco más a mi lado…
Sabéis lo mejor de todo, que hay veces que cuando estoy en la maquina, un escalofrió me estremece y estoy segura de que es ella,  que está a mi lado ¡¡¡ 


9 comentarios:

SaicoPante dijo...

No hay nadie perfecto en este mundo, pero no creo que haya nada malo en intentar alcanzar la perfección, o por lo menos hacer las cosas lo mejor posible.
Lo que si te puedo decir es que conociendo a tu abuela como la conocí, conociéndote a ti, y sobre todo conociendo el amor mutuo que os teníais, tus palabras explicando vuestra relación y el amor que sigues profesando por ella ha alcanzado la perfección.
Un beso.

Karina dijo...

Nena me has hecho llorar hasta las lágrimas, y aunque no te conozco, alguien que ha tenido una abuela tan maravillosa y que puede recordarla de esta manera, es para mi, sin dudas una persona maravillosa. Gracias por compartir algo tan personal, como tus recuerdos.
Besos.

Eskita dijo...

que hermosos todos tu recuerdos, a mi con mi abuela me pasa lo mismo, es la personas mas especial de mi vida, y auqneu ya no este siempre lo sera. y la extrañare siempre en cada paso que de en mi vida, desearia que ella estuviera conmigo... lo bueno es que nos quedan tan hermosos recuerdos que creo que siempre estaran en nosotros, son una parte nuestra... besote y abrazo muy fuerte!!

Flac_k dijo...

Hermosa entrada, muy sentimental. Preciosa. Me enternece que tengas recuerdos tan mágicos de tu abuela, yo en cambio no tengo los mejores y eso que viví con ella casi toda la vida, sería por eso?

Es seguro que ella aún te acompaña.

Un abrazo

Patricia dijo...

Que hermoso relato por momentos me hizo a cordar a mi abuela me puse triste despues me dio dulzura tambien alegria es raro extrañar a los seres querido es dificil pero es mas grato cuando nos dejaron tantas enseñanzas y tanto amor
te dejo un beso grande

Julia dijo...

Eres incomensurable. Ya te lo he dicho y te lo he escrito, tienes madera de escritora. Has plasmado de forma muy gráfica la relación con tu abuela y, de alguna manera, me recuerda la mía con mi yaya Julia. La evocación es emocionante y no me extraña que hayas superado el centenar de entradas. No eres perfecta, pero casi.
Julia.

Chilaquiles regios dijo...

Me sentí super identificada...mi abuela también cosía y nos hacía la ropa a mi hermana y a mí. Mi recuerdo son las 2 pulseras de hilo con botones que guardaba en uno de los cajoncitos de la máquina de coser... yo los usaba de maracas...además cada vez que nos medía no podíamos ni chistar... cuantos recuerdos de mi abuela Mamina...

Magui dijo...

Querida Leti... anduve por ahí recirriendo tu blog... me encantaron las dulces palabras a tu marido... y tus niños... yo también tengo una princesita, Agostina que es el sol de mi jardín... espero lleguemos a conocernos y podamos compartir nuestros momentos... besos... Magui

Gorgollita dijo...

Jo, tu blog es demasiado, cada vez que entro, lloro... ¡Qué sensibilidad tan especial tienes!
Estoy deseando poder empezar en el taller contigo, pero primero tengo otro compromiso que cumplir. Un beso